Hablando de envejecimiento y desde el punto de vista de Prevención de Riesgos Laborales, el objetivo es que las personas que envejecen en el trabajo puedan seguir realizan su trabajo con productividad y en las mismas en condiciones de seguridad y salud laboral.
¿Qué es una persona mayor trabajadora?
Su definición no está relacionada con su edad concreta sino con la pérdida de capacidades funcionales para el trabajo, varía con cada edad y persona según su edad biológica, es decir, que el envejecimiento debemos entenderlo como un proceso heterogéneo (cada persona envejece de una forma diferente) de “involución de capacidades”.
¿A qué nos referimos con envejecimiento activo?
Este término está interrelacionado con la salud y con la manera que tenemos de envejecer, puesto que, para envejecer activamente es necesario mantener una adecuada capacidad funcional.
Debemos llegar al período de envejecimiento además de con salud física y mental, con la misma capacidad para ejecutar actividades normales y cotidianas con un estilo de vida saludable e independiente: Una buena alimentación, actividad física regular, prevención del tabaquismo y otras dependencias y bienestar emocional nos hará llegar en las mejores condiciones.
¿Cuál es la situación actual?
La población española, al igual que la europea, está sufriendo un cambio demográfico. Los parámetros básicos que determinan el volumen y la estructura de la misma (la fecundidad, la mortalidad y la migración) nos van a situar en un nuevo reto social.
El incremento de la esperanza de vida ha crecido extraordinariamente, de media en España es de 87,2.
Dichas circunstancias nos sitúan en el 2050 con el 32% de la población con más de 79 años.
Las tendencias de la población activa en la UE-27 apuntan a que el grupo de edades de 55 a 64 años aumentará en un 16,2 % entre 2010 y 2030 y todos los demás grupos de edades muestran una tendencia a la baja, que va del 5,4 % (40-54 años) al 14,9 % (25-39 años).
Según datos recogidos en la VII Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo, uno de cada tres trabajadores (34,7%) no podrá realizar el mismo trabajo a los 60 años.
En este marco, es previsible una fuerte reducción de la población activa, que sólo en parte puede subsanarse retrasando la edad de jubilación o con la inmigración. Los trabajadores mayores van a ser en un período muy corto de tiempo, una parte muy importante de la población activa de las sociedades modernas
Además, debemos tener en cuenta que hoy en día se encuentran en el mercado laboral cuatro generaciones con expectativas y necesidades muy diversas, los baby boomers, la generación X, los milenials y la generación Z. La gestión del envejecimiento saludable debe tener en cuenta a todas estas personas trabajadoras, como parte de un programa de gestión de la diversidad por motivos de la edad.
Necesitamos un cambio de mentalidad en la sociedad impulsando una visión positiva de las personas mayores, fomentando que sean vistas por su aporte social, una labor de concienciación en las empresas, poniendo en valor del talento propio de las personas de mayor edad y un cambio en los sistemas de sanidad pública y laboral, que velen para que este aumento de la esperanza de vida vaya acompasado de un aumento de la calidad de vida en los últimos años de las personas.